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Tras la denuncia original por irregularidades en el Hogar para niños de 0 a 13 años, aparecieron nuevos testimonios sobre maltratos. Según el sindicato, unas 20 personas, algunas ajenas a la institución, aportaron su versión.

Salvador Fierro reiteró a FM Gente que no se trata de un caso aislado, como dijo oportunamente el presidente del INAU, sino del detonante de un largo proceso.

Según dijo, la primer denuncia, investigada actualmente por la justicia, terminó con la acusada a cargo de una delegación en un campamento en la Floresta, departamento de Canelones. “Donde se da otro hecho de maltrato por parte de la denunciada hacia una niña. Esta niña después que llega a Maldonado se fuga y ahí se empiezan a suscitar los hechos. La encontramos, vamos a la Comisaría de la Mujer y la Familia y radicamos la denuncia”, afirmó.

Se sumaron otros casos, según el dirigente, de niños que tras estar en el Hogar de Maldonado pasaron al Club del Niño Jacinto Vera de Pan de Azúcar. También una denuncia desde el hospital Elbio Rivero de Maldonado.

Mientras esto ocurre, los funcionarios aguardan “confiados” el proceso judicial, señaló el vocero de los trabajadores, Sergio Reyes. Actualmente el caso se encuentra en presumario. “Lo que sabemos que ya está en Fiscalía. Estamos esperando. El tema es que estamos recibiendo muchas presiones, hay mucha presión. Estamos esperando que la Justicia se expida”, dijo.

Por otra parte, también esperan el final de la investigación administrativa que inició el propio INAU desde Montevideo. “Ahí hubo compañeros interrogados y quedó establecido que la denuncia no fue un pelotazo”, añadió.

Salvador Fierro, Laura Buela y Sergio Reyes, los tres funcionarios del INAU que fueron entrevistados este miércoles en FM Gente, coinciden en asegurar que no existe diálogo con las autoridades locales o nacionales.

Según Reyes, después de las denuncias, los únicos cambios ordenados por las autoridades departamentales resultaron perjudiciales para quienes formularon las acusaciones.

“Se movieron alrededor de 20 compañeros, se desarmaron los equipos de trabajo después que se hizo la denuncia y no es casualidad: se movió a todos los testigos que presentaron la denuncia y las dos compañeras denunciadas quedaron en el mismo lugar de trabajo”, afirmó.

En consecuencia, el trabajador consideró que se trata de un episodio de persecución. La peor parte, agregó, la llevó Fierro, un contratado eventual que formalizó su planteo y fue el único, después de dos años, en no quedar como funcionario permanente.

(foto de archivo)