El subdirector de la cárcel de Las Rosas fue procesado con prisión y enviado a Cárcel Central por facilitar la fuga de los hermanos Miguel y Gonzalo Mañana. El fiscal Carlos Reyes también pidió procesar a un hermano de los fugitivos, quien mantuvo varios contactos con el policía. Si bien no se probó que existiera una coima, el jerarca tiene responsabilidad en el escape, según la Justicia. Los otros cuatro detenidos quedaron en libertad sin perjuicio. (ACTUALIZADA 17:55)
El caso tiene varias aristas. Las averiguaciones realizadas por los investigadores de la Policía de Maldonado, una vez verificada la fuga, permitieron establecer que los ahora procesados se reunieron en diferentes ocasiones desde hace al menos dos meses. También se constató que antes y después de la fuga se intercambiaban mensajes de texto y llamadas telefónicas.
En uno de estos contactos, se convino el pago de tres mil dólares para mejorar la calidad de reclusión de los Mañana, quienes pasaron del sector 1 A, donde estaban en un principio, al 7, uno de los más tranquilos del penal. Este hecho fue confesado por el tercer hermano y constituye el delito de “cohecho simple”, que implica a los dos procesados. Para la Justicia, este pago no representa una coima para facilitar la fuga, hecho que hasta el momento no ha sido probado.
Tiempo después, un trámite iniciado por la madre, siguiendo los procedimientos habituales ante las autoridades, permitió que los reclusos pasaran a la bloquera. La familia alegó cuestiones de salud, dado que uno de los hermanos estaba recibiendo medicación siquiátrica por orden médica. Pese a que se siguieron todos los pasos legales, este cambio fue decisivo en la fuga.
La bloquera es una antigua fábrica de bloques que actualmente funciona como recinto de reclusión sin vigilancia, fuera del perímetro del penal. En el lugar se alojan presos de baja peligrosidad, con salidas transitorias y comisiones, es decir, que realizan tareas de colaboración en el penal. Es el caso de los hermanos Mañana; uno de ellos ayudaba con los papeles de pedidos de los internos y otro cumplía trabajos en la chacra policial.
El viernes 4 de febrero, los hermanos tuvieron una salida transitoria para visitar a su madre en Montevideo, quien se encontraba internada luego de sufrir un siniestro de tránsito. Al volver, sobre las nueve de la noche, los custodios los dejaron en el camino que conduce a la bloquera. Uno de ellos explicó que iría a la cárcel a cumplir unas comisiones atrasadas y después volvería. Esa fue la última vez que se los vio.
A partir de allí, comienza un intercambio de mensajes de texto entre el tercer hermano y el subcomisario, que ese día tenía libre pero igual respondió. El primero preguntaba por Miguel y Gonzalo, explicando que no atendían el teléfono celular, a lo que el sub director respondió que podría ser por problemas con la señal. Recién el domingo, cuando se reintegró, el jerarca fue a la chacra policial, no a la bloquera, y preguntó por los Mañana. Allí un recluso respondió que los “habría visto” y el funcionario no hizo más averiguaciones, narraron a FM Gente fuentes del caso.
Recién el lunes, un interno que se iba de salida transitoria preguntó a la guardia qué había pasado con los Mañana, si los habían enviado a Montevideo, dado que ya no estaban en la bloquera. Ese fue el momento en que se descubrió la fuga, tres días después de que los reclusos fueran vistos por última vez.
Los contactos de ese fin de semana entre los dos procesados son considerados por la Justicia como una “puesta en escena” para ganar tiempo y facilitar el escape de los hermanos, indicaron las fuentes. Además de eso, la negligencia demostrada por el subcomisario, de por sí, constituye un hecho punible, atendiendo a la responsabilidad de su cargo.
Por estos hechos, se le tipificó un delito de “concurso de los funcionarios públicos en la evasión”, por lo que fue procesado con prisión y enviado a Cárcel Central en Montevideo. En tanto, al hermano de los fugados se le imputó “concurso de los particulares en la evasión”. Los otros cuatro detenidos por este caso quedaron en libertad sin perjuicio y por ahora no se prevén más instancias judiciales.
No obstante, no se descartan nuevas actuaciones si llegaran a surgir otros elementos con la investigación o, llegado el caso, con la captura de Miguel y Gonzalo Mañana, todavía prófugos.
¿POR QUÉ HABÍAN SIDO PROCESADOS LOS MAÑANA?
Los hermanos Mañana son los autores intelectuales del secuestro de la propietaria de una casa cambiaria montevideana concretado en junio de 2010, mientras ésta descansaba en su casa de veraneo en Punta del Este.
Por esta causa la jueza Adriana Graziuso los había procesado con prisión, en octubre del mismo año. Ambos habían ideado el secuestro que luego ejecutó un policía de la Dirección de Investigaciones de Montevideo, con intenciones de pedir un rescate de US$ 1.000.000.
Miguel Ángel, abogado y escribano, era el asesor de la pareja de empresarios cambistas que fueron sus víctimas en junio de 2010. Su hermano Gonzalo, propietario de un taller mecánico en Montevideo, le ayudó a pergeñar el plan que luego se frustró.