Tras la muerte de un trabajador del sector en Soriano, el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA) entiende que a simple vista era una obra improvisada, con muchas irregularidades.
Daniel Diverio de la dirigencia nacional del gremio señaló al portal de noticias de AEBU que, si bien en la industria hay una fuerte inversión en nuevas tecnologías, en salud laboral y seguridad aún hay muchas empresas que hacen caso omiso a las advertencias.
La Ley de Responsabilidad Empresarial fue aprobada hace diez años con un impacto muy significativo para prevenir la siniestralidad en el sector y propiciar un descenso en los fallecimientos.
La idea del SUNCA sobre un proyecto de ley para penalizar a empresas que ponían en riesgo al conjunto de los trabajadores tuvo oposición política y de las cámaras empresariales.
Sostuvo que la iniciativa no es inconstitucional “y la propia Suprema Corte de Justicia así lo declaró”.
A partir de la ley se logró negociar modificaciones en las normativas de seguridad e higiene en la industria de la construcción que mejoraron las condiciones y se generaron nuevas herramientas.
Uno de los resultados de esta norma fue que las empresas deben tener técnicos prevencionistas “para evitar los siniestros laborales a partir de las formas de trabajo”.
También se implementaron “charlas de inducción” donde se le explica a un trabajador que ingresa a un centro de trabajo qué tipo de obra es, qué riesgos hay, qué precauciones se deben tomar, entre otras medidas.
En 2023 no se superaron los 2.000 siniestros laborales al año cuando antes eran unos 7.500.
En función de esta realidad es que el sindicato reclama la creación de una fiscalía especializada en este tipo de accidentes.