El hallazgo de una ballena muerta, en la playa Brava de Punta del Este, activó la alerta de la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC) porque ya son cuatro los cadáveres llegados a la costa uruguaya en los últimos tres meses. El director de esta organización, Rodrigo García, teme que las emisiones sonoras de la búsqueda de hidrocarburos en la plataforma uruguaya estén afectando a estos y otros mamíferos marinos.
García está preocupado porque en tres meses aparecieron cuatro ballenas muertas y numerosos ejemplares de franciscanas. "Nos están dando una señal de alerta importante. Algo va mal", comentó en su cuenta de Facebook.
Aunque no ha podido confirmarlo, tiene la hipótesis de que las emisiones sonoras de los testeos para buscar petróleo en el mar uruguayo afectaron el sistema de orientación de las ballenas. Desorientadas, terminaron muriendo en la orilla.
En declaraciones a la agencia AP, el ambientalista remarcó que la última ballena apareció mientras cuatro buques realizaban tareas de exploración sísmica en busca de hidrocarburos en la costa uruguaya, de acuerdo a convenios con Ancap.
Según estudios internacionales, la emisión sonora de este tipo de acciones bajo la superficie marina es 100.000 veces más fuerte que el motor de un jet encendido.
De todas formas, a García le alivia saber que se si la causa de esta inusual mortandad está en el área declarada como "Santuario de ballenas", podrán tomarse acciones concretas para evitarla. Esta zona, ubicada en la costa Este uruguaya, es considerada área protegida para los cetáceos y otros mamíferos marinos.
No se descarta, por tanto, que la OCC inicie acciones para obligar al Estado a cesar esas tareas. "Ni diálogo público ni privado... estamos en camino de aplicar otras estrategias... y así como la banda uruguaya: NO TE VA GUSTAR Ancap", advirtió el ambientalista en su cuenta de FB, al dialogar con algunos seguidores respecto al último incidente en Punta del Este.
No obstante, el jefe del área de Mamíferos Marinos de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) entiende que no hay motivos para alarmarse.
El biólogo Alberto Ponce de León dijo a AP que la mortandad de ballenas está dentro de los parámetros normales y que, en su opinión, se debe a los temporales de enero y febrero.
Su teoría es que los animales murieron en otra parte y llegar a la costa debido a las corrientes y al viento del Sur.
El último cetáceo muerto fue encontrado el martes 11 a la altura de la parada 23 de la Playa Brava de Punta del Este. Era una ballena Rorcual, cuya causa de muerte no fue establecida.
(foto: Odile Batty)