El presidente de la Junta Departamental de Maldonado, ingeniero Gastón Pereira dijo al Diario Correo de Punta del Este que el temporal de agosto 2005, costó un millón de dólares, es decir 17 menos de lo que en su momento anunció el Intendente De Los Santos.-
El presidente de la Junta Departamental juzgó como desaciertos a varias actitudes del ejecutivo comunal y estimó que “se precisa más ponderación y sobriedad cuando se está en el gobierno”; “hay a veces como una suerte de desprecio por cuidar las formas”, señaló.-
Los daños causados por el temporal del 23 de agosto de 2005 le costaron al contribuyente de Maldonado alrededor de un millón de dólares, una cifra dieciocho veces menor a la anunciada entonces por el intendente Oscar de los Santos quien pretendió, sin suerte, cobrar el denominado “impuesto solidario” para solventar las gastos de reparación de los daños registrados en esa jornada. Según reveló el presidente de la Junta Departamental de Maldonado, el frenteamplista Gastón Pereira, si De los Santos hubiera contado con los votos necesarios para su aprobación, el municipio habría recaudado entre siete y ocho millones de dólares, lo que surge de los datos contenidos en la Rendición de Cuentas remitida este año por la administración municipal.
Pereira dijo a Correo de Punta del Este que De los Santos logra con éxito diluir la responsabilidad de la gestión municipal entre la interna partidaria y la oposición nacionalista, pese a que, según dijo, es el único responsable de la marcha de la primera administración municipal de la coalición de izquierda en Maldonado. A juicio de Pereira, a esta altura es evidente que “hay un fuerte componente de incapacidad de gestión en algunos de quienes conducen al ejecutivo” y estimó que la cosa pública no se ha manejado con debida prolijidad.
Al ser preguntando sobre el conocimiento que hay en Montevideo sobre lo que pasa en maldonado, Pereira le dijo al matutino que: Por las reacciones generadas en el ámbito de la Mesa Política del FA y en la propia conducción partidaria parece que el intendente logró su objetivo de minimizar sus responsabilidades para diluirlas entre críticos internos como opositores externos. Pero es una situación coyuntural basada en la ignorancia de la verdad, desconocerla no sería un problema, el problema es dar por cierto lo que no lo es. Y tengo la esperanza que todos reaccionemos a tiempo, tengo fe en las reservas morales y en la capacidad política de nuestros dirigentes y que no pretendan barrer para abajo de la alfombra intentando acallar a quienes discrepan en asuntos de terceros, por la vía de imposibilitarles la representación de la fuerza política de cara a las próximas elecciones.
¿A qué causa le adjudica usted los problemas de gestión municipal?
-Más allá de los problemas que puede generar la oposición, es a esta altura evidente que hay un fuerte componente de incapacidad de gestión en algunos de quienes conducen el Ejecutivo. Y esto no es crítica sino autocrítica. Nosotros votamos el presupuesto quinquenal de 75 millones de dólares anuales, concedimos anuencias para contraer préstamos por hasta 20 millones de dólares, para el plan de recuperación de la cartera de morosos, para la compra de tierras para el realojo de quienes viven en asentamientos, para la regularización de adeudos en las viviendas de interés social, estamos de acuerdo con el espíritu de modificar la forma de tributación de lo que se ha dado en llamar chacras marítimas en tanto se haga al amparo de la Constitución y la ley. Coincidimos con la necesidad de regular la proliferación de antenas de telecomunicación y radiodifusión. Hemos propuesto alternativas sensatas para adecuar sin sobresaltos la normativa de la construcción. Estamos analizando un proyecto de descentralización. Estos son los temas de gobierno y para esto han estado y van a estar los votos de toda la bancada. Creo que el único asunto de gobierno al que nos opusimos duramente fue al impuesto solidario.
-¿Por qué?, preguntaron los colegas
Cuando el temporal de agosto de 2005, salimos a recorrer el departamento con otros compañeros y constatamos que de ninguna manera se podía demostrar que al Municipio le iba a costar los 18 millones de dólares que nos dijo el intendente para justificarlo. Se ha llegado a decir que algunas obras no se hacían porque no habíamos aprobado ese impuesto. Fíjese que el renglón 712 de la Rendición de Cuentas de 2006, denominado “Catástrofe”, ha terminado por demostrar que por ese concepto hubo un gasto no previsto en las Direcciones de Obras e Higiene de 23.442.000 pesos. O sea, el Katrina que pasó por Maldonado, al decir de un compañero hace poco, la madre de todos los males que aquejaron al departamento costó poco más de 1 millón de dólares. Creo que lo más grave fue la pérdida de alguna vida humana en todo caso. De a poco uno se va dando cuenta que el problema está en la incapacidad de adentro para gestionar y no en la capacidad de fuera para entorpecer.
¿Se refiere a las responsabilidades que se reparten?
Ya no se puede alegremente adjudicarle la responsabilidad a la Dirección de Comunicaciones del propio municipio o a los compañeros que hemos respaldado los asuntos reales de gobierno y no hemos respaldado algunas gestiones de terceros que han tenido desprolijidades, o al Tribunal de Cuentas de la República, al cual se lo llegó a acusar de propósitos conspirativos contra la IMM cuando tomaba resoluciones con votos de los propios integrantes del FA. Y mire que yo preferiría que estuviera constituido de acuerdo al último resultado electoral; pero, por ejemplo, una intendencia municipal no puede darse el lujo de desconocer las leyes nacionales que obligan a los municipios a celebrar convenios con la cartera del ramo para construir y enajenar viviendas y, mientras tanto, hacer conferencias de prensa denunciando persecución política. Creo que se precisa más ponderación y sobriedad cuando se está en el gobierno.
El matutino consultó a Pereira sobre ¿Cuál es la responsabilidad que le cabe a De los Santos?
El que tiene el poder “es mano” y no se puede desconocer que en Maldonado ganó el Frente Amplio. Pero el ejecutivo lo integra sólo una parte de él, siguiendo sin flexibilidad alguna los lineamientos de un sector al que otros acompañan. Decía el periodista y escritor Sinclair, que es muy difícil hacerle entender algo a un hombre cuando su sueldo depende de que no lo entienda.
¿Cómo le cayó el alejamiento de Mendiburu de la Dirección General de Hacienda?
-Lo lamenté porque era un compañero que se había ganado, en el acierto o en el error, el respeto de propios y ajenos y ocupaba un puesto clave, era un contrapeso muy importante ante las presiones que se sufren cuando se está en el poder.
La justicia penal entró de lleno con algunos de los casos más fuertes de los últimos tiempos que involucran a dirigentes políticos y jerarcas, pasados y actuales, ¿qué espera de la investigación judicial? Considero que no es bueno para la institución Intendente y sus jerarcas más cercanos distraer tanto de su valioso tiempo recorriendo juzgados por denuncias y contradenuncias. Esas acciones las deberían llevar adelante, en todo caso, las autoridades de la fuerza política. Hace tiempo que reclamo otro clima porque estoy convencido que la gente espera otra cosa de nosotros, espera solución a problemas concretos, espera que incidamos para acelerar esas soluciones pero que dependen que alguien los escuche y ejecute actos de gobierno que las posibiliten. Espero que tanto jueces y fiscales hagan lo que tienen que hacer.
¿Considera a la administración del intendente De los Santos como poco transparente o corrupta?
Considero que a veces es poco consciente de lo que debe ser el prolijo manejo de la cosa pública. Hay a veces como una suerte de desprecio por cuidar las formas. Es una lástima sobre todo cuando es algo que no cuesta nada, para lo que ni siquiera se precisa acuerdos políticos internos o externos. Humildemente creí que era una lección que teníamos aprendida de memoria, pero confieso que me equivoqué. Sólo se trataba de dar señales contundentes que no le permitieran a la oposición revivir buscando ahora igualarnos a todos.