Un sujeto de 30 años de edad fue detenido por violencia doméstica tras incumplir medidas judiciales ordenadas por una jueza de paz. A pesar de ser liberado previamente, reincidió en el incumplimiento, lo que llevó a su nueva detención y posterior condena.
Un individuo identificado como F.F.G.C. fue detenido luego de que su expareja lo denunciara por violencia doméstica.
Según el relato de la víctima, el hombre se presentó en su domicilio exigiendo dinero para abandonar la ciudad, desencadenando una discusión que culminó con su retirada del lugar.
La jueza de paz le había ordenado medidas cautelares. Sin embargo, la situación tomó un giro cuando, durante una patrulla rutinaria del grupo PADO, se identificó al requerido incumpliendo las medidas judiciales establecidas.
Este incumplimiento llevó a su detención y traslado a un centro de salud para su revisión médica.
A pesar de ser liberado posteriormente y emplazado para una audiencia en la sede fiscal, F.F.G.C. volvió a infringir las medidas judiciales, ignorando las alertas del sistema de monitoreo electrónico. Esta reincidencia condujo a su nueva detención en la intersección de las calles Rivera y General Artigas.
Finalmente, fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de violencia doméstica agravado, a cumplir una pena de siete años y quince días de prisión efectiva.