La mesa está servida para que la próxima temporada turística traiga una cantidad de visitantes y genere un ingreso de divisas como Uruguay nunca antes registró. La razón principal para esperar esto hay que buscarla al otro lado del Río de la Plata. El escenario económico argentino tiene —hasta ahora— los ingredientes necesarios para que estos turistas crucen al país de forma masiva cuando los días empiecen a ser más cálidos.
Si los pronósticos se vuelven realidad, la industria turística superará las cifras de la zafra de verano pasada, que ya habían sido las mejores desde que el país releva este tipo de información. ¿Cuáles son los números que arrojó la temporada anterior? Durante el primer trimestre de este año, 1, 3 millones de no residentes entraron a Uruguay, lo que marcó un salto interanual de 18,4%. Por el lado del gasto, en tanto, ascendió a US$ 1.079 millones, un incremento de 37,4% frente al mismo periodo de 2016.
Más allá de que la vara está alta, los analistas consultados por El País se muestran confiados en que las condiciones están dadas para que el desempeño de la actividad turística sea mejor esta temporada que la anterior.
"Sí, absolutamente", responde Mercedes Comas, senior manager de Servicios Económicos de la firma PwC, cuando se le pregunta si el verano se perfila para conseguir mejores números que el anterior. "2017 se encamina a ser otro año récord en materia de llegada de turistas y creemos que la próxima temporada también", complementó la economista.
En este diagnóstico coincidió el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema. "Los indicadores líderes anticipan una temporada turística claramente mejor a la pasada, que ya fue excepcional", dijo.
A FAVOR
La industria turística nacional baila, en buena medida, al ritmo que marca Argentina. Si el país vecino sufre una recesión económica o el gobierno de turno pone trabas a los viajes al exterior —como ocurrió durante la administración de Cristina Fernández— el temblor se siente de forma casi inmediata a nivel local.
Por el contrario, cuando las condiciones son propicias para la salida de los argentinos fuera de sus fronteras, los hoteles, inmobiliarias y restaurantes uruguayos están de parabienes. Para dimensionar el peso de los argentinos en el turismo nacional, basta un dato: representaron el 75,3% del total de los no residentes (extranjeros y uruguayos que viven fuera del país) que llegaron entre enero y marzo de este año.
Los dos elementos que hacen prever una temporada histórica son la recuperación económica que muestra el país vecino y el encarecimiento que ha tenido, lo que mejora la competitividad de Uruguay como destino turístico para los bolsillos argentinos.
Esta semana se conocieron los datos más recientes del Producto Interno Bruto (PIB) argentino, que creció 2,7% en el segundo trimestre del año frente al mismo periodo de 2016. Se trata del cuarto trimestre consecutivo de expansión de la actividad.
"Se aceleró el crecimiento en el segundo trimestre del año, y eso también hace a las expectativas, que son tan importantes a la hora de elegir turismo", señaló Comas.
También hay indicios positivos en este sentido. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) subió 7,2% en septiembre respecto a agosto, según el relevamiento que hace el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella. En términos interanuales, en tanto, creció 19,8%. Si se miran los subíndices que componen el ICC, Situación personal aumentó 5,9% y Situación macroeconómica 0,8% (ambos respecto al mes previo).
Otro elemento que beneficia a Uruguay en este terreno es la competitividad que ganó frente a Argentina. "Tiene un notorio encarecimiento, y eso favorece acá", sostuvo Comas. Por su parte, Lema planteó que "si bien Uruguay se ha encarecido en dólares, no ha sido más que Brasil y significativamente menos que Argentina".
Además, que el Poder Ejecutivo haya extendido hasta abril del año próximo un paquete de beneficios fiscales de los que gozan los turistas extranjeros que decidan descansar en Uruguay también allana el camino para el arribo de visitantes.
Desde la otra frontera también llegan buenas noticias para el turismo. Su peso es menor —en el primer trimestre del año fueron 9,8% del total de visitantes—, pero los brasileños tienen una situación similar a los argentinos. "En ciertos sectores hay percepción de una mayor riqueza, como lo refleja el alza en los precios de los activos", dijo Lema, quien recordó que las bolsas de Buenos Aires y San Pablo subieron 40% en lo que va de 2017.
ELECCIONES
El elemento que agrega una pizca de duda a este cuadro son las elecciones legislativas del 22 de octubre en Argentina (que renovarán la mitad de las bancas de Diputados y un tercio de las del Senado), y en las que medirán fuerzas las coaliciones lideradas por el presidente Mauricio Macri y la ex mandataria Cristina Fernández.
Para Comas, "quizás la única incertidumbre" que hay es sobre el aspecto cambiario. "Argentina se ha encarecido sensiblemente, precisa una recuperación de competitividad, porque cuando asumió Macri la devaluación que hubo se la comió absolutamente la inflación en este periodo", dijo. Por este motivo es que hay rumores de un ajuste cambiario. "No creemos que si se da sea muy importante porque hay un compromiso importante con la inflación" de parte del gobierno, remató Comas.
PUNTA: LA PRINCIPAL BATALLA ES EL DESTINO
Para el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este Cámara Inmobiliaria de Maldonado (Adipe Cidem), Jorge Díaz, todavía es temprano para aventurar pronósticos acerca de cómo será la temporada.
"Habría que esperar para hacer una consideración razonable diez o 15 días después de las elecciones en Argentina", dijo el dirigente gremial.
El empresario enfatizó que el "secreto" de Punta del Este en particular es "no aumentar los costos", y añadió que ese es el "mensaje" para el "resto del espectro comercial" del principal balneario del país: mantengan los precios del año pasado.
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