Victoria Pereira, abogada especializada en Derecho Ambiental y docente de Política y Derecho Ambiental de la Universidad Católica del Uruguay, colaboró con un grupo de vecinos para presentar una denuncia ante las fiscalías departamentales de San Carlos, donde detalla una serie de construcciones que se realizaron en el último mes en un predio privado de la cuenca de Laguna Escondida (José Ignacio) y se apoya en la normativa para fundamentar la ilegalidad.
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WhatsAppPereira dijo que si las obras avanzan se verá perjudicada no solo la calidad del agua que se utiliza para potabilizar, sino toda la zona. Manifestó “¿Quién va a querer venir a vivir a esta zona si el agua está contaminada?”.
Antes de ir a la Justicia se presentó la denuncia ante la Intendencia de Maldonado y ante dos reparticiones del Ministerio de Ambiente, con la finalidad de detener las obras que se están ejecutando.
En un padrón rural, de aproximadamente 40 hectáreas, sobre la zona de los humedales están construyendo caminos y tajamares, y los vecinos explican que la situación de sequía en la cuenca del Santa Lucía es una advertencia para pensar que, si no se cuidan los recursos, lo mismo puede ocurrir en José Ignacio. Laguna Escondida es uno de los espejos de agua que abastecen de agua potable a las poblaciones linderas, entre ellas al balneario mencionado.
“Hasta hace unos años constituyó uno de los eco sistemas mejor conservados de la costa Atlántica del Uruguay, y poseía de los niveles de fósforo más bajos registrados en lagos de la zona costera Atlántica y del Río de la Plata. Queremos que esa situación vuelva a caracterizarla”, expresan los vecinos en la red social Instagram, la cual han abierto con la finalidad de divulgar la situación.
Néstor Mazzeo, doctor en Ciencias, lidera un convenio de diez años entre OSE, el Centro Regional Este de la Udelar y el Ministerio de Ambiente, que estudia la calidad de las principales fuentes de Maldonado vinculadas al suministro de agua potable. Entre ellas, monitorea Laguna Escondida.
“Todas las transformaciones del uso del suelo, muchas presionados por el sector inmobiliario y el fenómeno de las nuevas ruralidades, afectan las condiciones del humedal. Y, si nos queremos asegurar una buena calidad de agua para potabilizar, hay prácticas que podemos hacer y otras que no”, manifiesta el científico.
También explica que “al retirar la vegetación del humedal estás afectando directamente la calidad y disponibilidad de agua, porque los humedales son interfaces entre los sistemas terrestres y acuáticos. Entonces toda afectación que tú hagas de los humedales en definitiva lo que haces es eliminar esa capacidad de regulación y de amortiguación que tienen”.
23 Nov 2024
19:00
