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El grupo delictivo, que tiene ya procesado con prisión a su máximo responsable, ingresaba en las viviendas aun en presencia de sus moradores, dijo el vocero policial.

Agregó que para ello realizaban un verdadero trabajo de inteligencia, porque dedicaban horas y días a la observación para detectar la casa o el departamento al que querían entrar.

Los individuos escogían los lugares en los que robar teniendo en cuenta las debilidades de seguridad que presentaban, las rutinas aproximadas de los moradores, y establecían en el mismo lugar cual sería el punto de acceso a las viviendas. Lo demás era seguir con un plan ajustado para cada caso.

La investigación sigue en proceso, pese a que ya fue procesado con prisión Octavio Marcelo Núñez Vidal, de 40 años de edad, al que se imputaron cinco delitos de hurto especialmente agravados en reiteración real. Este hombre, aparentemente, era el líder del grupo.

Otros dos procesados, A.D. y F.C., carecían de antecedentes. Fueron procesados por tres delitos de receptación (recibir bienes robados para venderlos). Penal de 2º turno les concedió como medida sustitutiva de la privación de libertad, cumplir con arresto domiciliario total (no pueden salir a la calle) por 90 días.

CONTRAINTELIGENCIA

La forma de operar de esta gavilla, obligó a la policía a realizar un trabajo de contrainteligencia, es decir, aun teniendo la certeza de lo que estaba pasando, darse tiempo para detenerlos observando los movimientos de los delincuentes con la discreción suficiente como para no echar a perder lo que se había logrado.

La labor de contrainteligencia policial estuvo a cargo del comisario Jorge Guerra, quien coordinó toda la investigación.

Una prueba de los frutos de la labor de contrainteligencia policial quedó de manifiesto con la detención de 15 miembros del grupo, el martes 12 de febrero.

Los individuos iban a volver a entrar a Maldonado por diferentes vías de acceso, en horarios distintos y coordinados entre ellos, para eludir el dispositivo de seguridad que igual se montó para no advertirles que les seguían los pasos de cerca.

LOS BIENES CONFISCADOS

El resultado fue la detención de 15 personas, algunas de las cuales recobraron su libertad porque demostraron que habían sido usadas sin saber a quién y que intereses estaban sirviendo.

De inmediato a las detenciones se realizaron allanamientos en distintos lugares de Maldonado y Montevideo que debieron ser coordinados con la Justicia, la que debía dar la orden para poder realizarlos.

De esos allanamientos se incautó mercaderías de elevado valor y tan diversa como un automóvil Clio, sustraído en Piriápolis en julio de 2012, un total de 12 computadoras personales portátiles, dos tabletas de última generación, siete cámaras fotográficas de alta gama, 11 teléfonos celulares, siete relojes pulsera de marca, 11.100 dólares americanos (216.450 pesos), y 2.000 reales (19.000 pesos o 1.000 dólares), entre otros.

Otra de las “rarezas” del material secuestrado en los allanamientos fue un set de ganzúas y otros diversos elementos para violar la seguridad de puertas y ventanas de los lugares a los que iban a entrar, de los más completos que se hayan visto.

Las actuaciones sobre esta banda continúan, dijo el portavoz policial. Señaló que se sigue investigando el hurto de una camioneta Fiat Adventure (foto), que tiene captura pendiente cursada por la policía de Maldonado, y que se convirtió en el único vehículo robado que no ha podido ser recuperado en esta temporada.

Otros cinco automotores con matrículas de diversos departamentos fueron secuestrados a los detenidos para someterlos a pericias que arrojen nuevas pruebas sobre ángulos que todavía permanezcan sin aclararse en el caso.
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Foto de referencia ilustra la Fiat Adventure, el único vehículo que no se ha podido recuperar entre los robados esta temporada.