Álvaro Villegas, prosecretario de la Intendencia de Maldonado, dijo que al documento de Frente Amplio sobre el proyecto de presupuesto quinquenal le falta “un primer gran capítulo”, que es el de la “autocrítica”. Señaló que es muy fácil pensar en gastos y no votar recursos, entre otras críticas, en respuesta a los cuestionamientos de la oposición.
El jerarca dijo, analizando el proyecto de presupuesto quinquenal, que la Intendencia enfrenta “una sustancial caída de los recursos económicos”. Señaló que se debe enfrentar el pago de deuda e intereses por 46 millones de dólares, baja el aporte del SUCIVE en unos 14 millones, otros 7,5 millones de los fondos para caminería rural. “Tenemos una menor disponibilidad de recursos económicos del orden de los 69 millones de dólares”, destacó. A esto se suma un pasivo patrimonial que tiene la Intendencia “del orden de los 93 millones de dólares”, agregó.
EL FA PIDIO UNA “AUDITORIA DE BALANCE”
Ante la polémica por lo que ha planteado el Frente Amplio, sobre que no existe una deuda “estructural”, explicó que lo que ha pedido la coalición al Tribunal de Cuentas es “es una auditoria de balance” de 2015. “Pero eso no refleja la realidad económica, patrimonial, los compromisos asumidos y obligaciones que se deben enfrentar en el futuro. Y que conforman y condicionan lo que es la Hacienda departamental” afirmó.
Villegas señaló que el presupuesto prevé una inversión en obras de 130 millones de dólares, pero hay que pagar 31 de compromisos asumidos por el gobierno anterior.
Al comentarle que el FA dice que se puede tomar una decisión política y no seguir con esas obras, se pregunto: “¿Y qué hacemos con el colector, con el Centro de Convenciones, con la piscina de Piriápolis, con la verederas que hay que pagar, con el Comunal de Lausana…? Son obras que vienen del gobierno anterior y hay que pagar en este período de gobierno. Y condicionan el presupuesto. Y esas obras deben terminarse”, afirmó.
El jerarca dijo que el presupuesto “no es un aquelarre” y señaló que “es muy fácil pensar en el gasto y no votar recursos”.
Subrayó que el FA no tiene razón cuando dice que este es un presupuesto “fiscalista”. Aseguró que “hay un claro doble discurso político. Lo que hay es una adecuación en los mínimos que se pagan por los tributos municipales. Fiscalazo fue el del pasado periodo de gobierno. Ahí sí hubo un incremento de entre el 2 y 20% por encima del IPC, explicito en el presupuesto, de los tributos inmobiliarios. Y en algunos casos el incremento llegó al 40% se pasaban de franja”, apuntó.
“Como es un claro discurso político pedir inversión y no votar recursos; o como lo es cuestionar las compensaciones de los funcionarios y al mismo tiempo pedir compensaciones en los municipios gobernados por el FA, San Carlos y Piriápolis; o decir que hay oscuridades en el presupuesto, cuando el presupuesto pasado se disfrazó con 100 millones de dólares de más, en materia de ingresos”, sentenció.
Enfatizó que al documento del Frente Amplio “le falta un primer gran capítulo, que es el de la autocrítica”. Dijo que piden inversiones pero no hablan “del condicionamiento que generaron y de los recursos que no votaron”.
También señaló que la coalición reclama ahora lo que antes criticaba y tildaba como “obras faraónicas” y resaltó que este presupuesto destina al gasto social 80 millones de dólares y unos 150 millones a limpieza, servicios y acondicionamiento de las obras. Y se preguntó, además, “si el FA, que le erró en 100 millones de dólares en los ingresos del presupuesto, puede dar lecciones. Y dejaron 32 millones en obras a pagar, ¿y pueden dar lecciones? Y recibieron 28 millones de dólares más del gobierno nacional en 2014 y en 2015, en concordancia con el período electoral, y aun así perdieron. Lo que falta es autocrítica”.
Señaló que el presupuesto del gobierno municipal es por 813 millones de dólares, de los cuales se destinan en el quinquenio 46 para el pago de intereses y parte de la deuda. Explicó que, en términos aproximados, el 41 del total se signa a sueldos, un 33% para gastos de funcionamiento, 16% corresponde a obras pública, casi un 4% para la Junta Departamental, intereses algo más de 3% y para amortización de deuda 4%.
Ante la observación de que se destinan menores recursos a los municipios, apuntó que, por ejemplo, hay un gasto de funcionamiento y para salarios que se eleva del 20,16% en el gobierno anterior al 24% en el actual.
Estimó, además, que este presupuesto seguramente se va a votar en la Junta “la semana que viene”, tal vez el miércoles o el jueves.