La muerte de Lucho Avilés conmocionó a todo el ambiente del espectáculo local. El reconocido periodista falleció a los 81 años el sábado pasado, justo un día antes de la última entrega de los premios Martín Fierro, producto de un infarto masivo. Tres días después de ese triste y sorpresivo desenlace del también conductor de televisión uruguayo, su mujer rompió el silencio, contó cómo fueron sus últimas horas de vida y destacó la "generosidad" y el "corazón bondadoso" de quien fuera su marido durante 38 años.
A través de un audio que le envió a la producción de Pamela a la tarde (América, a las 15.30), María del Carmen Festa empezó agradeciendo el respeto hacia su difunto esposo en ese programa.
Es que, según explicó la también madre de Álvaro, único hijo del periodista, "es muy difícil enfrentar una cámara" y "hablar de todo lo sucedido".
"No puedo creer lo que pasó. Como él viajaba a Uruguay, a visitar a su familia, a Punta del Este, estoy como creyendo que en dos o tres días lo voy a tener acá en casa, así que es muy difícil para mí todo esto", reconoció en ese audio.
Pero además de expresar sus emociones, María del Carmen dio detalles de las últimas horas de vida de su marido, quien el sábado había ido a un "club de caza y conservacionismo" para almorzar con sus amigos y cuando se dirigió al baño, perdió el conocimiento y falleció.
Tras destacar que fue algo "inesperado" e "imprevisto", Festa aseguró que "estaba todo bien" y que su esposo "hacía dos meses se había hecho chequeos generales, incluso estudios del corazón, y todo le había dado bien"
"Dentro de su patología y sus cosas, estaba todo perfecto, nada hacía suponer este horrible desenlace", indicó la compañera de vida del fallecido periodista.
Y detalló: "El sábado a la mañana, como siempre, le hice el desayuno, tomó su desayuno, leyó el diario, intercambiamos charlas, cosas, como cotidianamente hacíamos, y a las 12, como hacía los sábados habitualmente, se iba al club a a almorzar con sus amigos, a disfrutar. Después jugaba unos partidos de truco y alrededor de las cuatro de la tarde, cinco, volvía".
Pero ese sábado fue distinto, fue trágico. "Se fue como siempre a las 12 y alrededor de las 15 me llaman para decir que fuera al club, que Lucho se había descompuesto, y que fuera para allá", recordó María del Carmen.
"Tenía como un presentimiento, un pálpito horrible, y junto a nuestro hijo, que le pedí que me acompañara porque no me animaba ya ni siquiera a ir sola, fuimos para allí y nos encontramos con ese cuadro que nunca en mi vida hubiese imaginado tener que atravesar de esa forma", agregó devastada la viuda del periodista.