Kim Jong-un muestra su apoyo a Rusia en su "justa lucha contra los grupos malignos". Vladímir Putin y Kim Jong-un se entienden. El presidente de Rusia y el líder norcoreano confirmaron estar abiertos una cooperación militar y espacial entre sus respectivos países.
Durante su visita al cosmódromo de Vostochni, ambos mandatarios no dudaron en decir del otro Gobierno y país lo que este quería oír.
"Confiamos en que el Ejército y el pueblo rusos obtendrán una gran victoria en la justa lucha para castigar a los grupos malignos que persiguen la hegemonía, la expansión y la ambición, y en crear un entorno de desarrollo estable", dijo Kim Jong-un.
"Nuestras relaciones se fundaron ya durante la lucha coreana por la libertad en 1945", recalcó por su parte Putin, "cuando los soldados soviéticos y coreanos aplastaron hombro con hombro a los militares japoneses. También hoy nos esforzamos por fortalecer los lazos de camaradería y buena vecindad".
Desde Estados Unidos mantienen que el objetivo de esta reunión no es otro que el intercambio de armas. Moscú dotaría a Pionyang de tecnología para la fabricación de satélites y submarinos de propulsión nuclear, y Pionyang vendería a Moscú munición para artillería y misiles antitanque.
El Kremlin se ha negado a valorar las acusaciones de Washington, desde donde alertan a Corea del Norte de "tener que pagar un precio", en forma de sanciones, en caso de enviar apoyo militar a Rusia para su invasión de Ucrania.
Putin insistió en Vostochni en que las conversaciones con el líder norcoreano cubren simplemente la cooperación económica, cuestiones humanitarias y "la situación en la región".
El líder norcoreano, Kim Jong-un, llegó a Rusia en el famoso tren blindado utilizado por su familia desde hace décadas en sus escasísimas visitas al extranjero. Según Washington, el objetivo del viaje es cerrar un acuerdo armamentístico que permita a Rusia disponer de la munición que necesita para la guerra en Ucrania y a Corea del Norte contar con ayuda económica y tecnología militar.
Los dos líderes no se veían en persona desde 2019. Rusia necesita munición norcoreana para vigilar a Ucrania, que recibe un flujo constante de armas de Occidente y pronto recibirá aviones F-16.