El enojo persiste en Estados Unidos aunque ya pasaron varios días de las elecciones. Eso contrasta con el buen clima logrado para la transición entre Trump y Obama. Ahora se especula con los límites que el nuevo presidente va a tener en su acción de gobierno. De todas formas, tras estas elecciones, Estados Unidos vive un cambio de paradigma, que atraviesa a todos los sectores y especialmente a los relacionados con el sistema político.
Finalmente, el presidente Barack Obama recibió a Donald Trump, su sucesor, en la casa Blanca.
Trump le dijo a Obama que quería contarlo como hombre de consulta, que esa no iba a ser la última reunión y que esperaba contactos más asiduos. El encuentro, que se había anunciado que duraría 10 o 15 minutos, se extendió casi una hora y media.
LA GENTE SIGUE ENOJADA Y LO MANIFIESTA
No obstante, pese a ese buen clima, fuera de la Casa Blanca, en Washington, hubo intensas manifestaciones.
Es evidente que hay mucha gente que está enojada y eso se nota, también, en Manhattan, donde se pueden observar numerosas carteles, en lo que se rechaza a Trump como presidente, por su línea de anuncios en la campaña electoral. Y ahora se espera que asuma para ver si los lleva a cabo o no y hasta qué punto.
Eso llevo, también, a que los indocumentados de la Florida, especialmente en Miami, también se manifestaran en las últimas horas, porque no saben cuál va a ser su fututo tras el resultado de los comicios del martes.
Allegados a Trump ya adelantaron a FM Gente que es difícil echar a 11 millones de personas de un país, aunque algunos, lamentablemente, se van tener que ir de Estados Unidos, si no regularizan su situación. Eso genera nerviosismo y pone un toque de tensión.
Por eso puede afirmarse que, para muchos, más allá de lo que decían las encuestas, era un “deseo” que ganara Hillary Clinton, incluso a nivel de los propios medios de comunicación.
De todas formas, se aguarda que Trump controle su acción y modere las medidas que manejaba, porque el Partido Republicano va a requerir el apoyo de los demócratas en el Congreso, para acceder a algunas mayorías especiales, lo que, en definitiva, puede constituirse en un freno para su anunciado plan de gobierno.
UN CAMBIO DE PARADIGMA
Como conclusión, y pese al “personaje” que sigue siendo Trump, en Estados Unidos se asistió a un cambio de paradigma. Puede afirmarse que su éxito es el éxito del “anti sistema”. Se vieron golpeados los políticos de todos los partidos –incluido el republicano-, el sistema, el aparato estatal con su peso, los medios, las encuestadoras.
Esto muestra que hay un cambio de modelo, del tipo como en el Uruguay lo fue el pasaje de los caudillos a los doctores y al político profesional. Pero, en este caso, se habla de los “outsiders”, de la gente que llega desde fuera de la política, como lo simboliza el propio Trump que, además, gastó en la campaña un 10% de lo que invirtió que su oponente y fue mucho más efectivo.
Y pese a que todo el mundo en el sistema político quería que ganara Hillary Clinton, Trump la derrotó, con un discurso muy duro y muy poca cosa más.
Resulta evidente que se quiere instalar un nuevo modelo, porque se le dio un gran golpe al anterior. En el futuro cercano habrá que ver qué pasa, en Estados Unidos y el mundo.
foto: EPA