El director del Instituto de Educación y Seguridad Vial, Arturo Borges, dialogó este martes en la Primera Página de la Revista de FM Gente sobre la instalación de 112 nuevos puestos de control en rutas nacionales y el impacto de los mismos en rutas nacionales, además de las situaciones frecuentes que ocurren en el tránsito.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) informó este lunes la ubicación de los 112 radares fijos con los que controlará los límites de velocidad en rutas nacionales. El ministro José Luis Falero, dijo a los dispositivos estarán en funcionamiento desde este martes. “Si se hace un uso racional de ubicar los radares en función de las zonas habría que esperar un tiempo a ver si eso da resultado o no”, apuntó Borges. Y aseguró: “El tránsito es un fenómeno vivo, complejo y es una pandemia peor que el Covid”.
El experto en seguridad vial destacó que “los carteles que tenemos sobre las rutas están marcando un tope normativo máximo, pero eso no significa que sea el permitido”, explicó. Para Borges, el indicado es aquel que permita al conductor mantener el control del vehículo ante cualquier situación imprevista. “Admitimos que hay zonas donde amerita un máximo de 60 km/h y otras que partes 90 km/h y 110 km/h para automóviles exclusivamente”, dijo.
En relación al aumento de los siniestros fatales, la velocidad inadecuada es el componente más importante a la hora de analizar las causas, sumado a las distracciones. “Está produciendo más casos fatales inclusive que el alcohol”, indicó. Y agregó: “La velocidad es como el alcohol, es aditiva”.
El director indicó que en la zona urbana existe una estructura vial con más de 2 mil años de historia. Para Borges, la idea sería controlar a quienes hacen un abuso del derecho a circular. “Habría que buscar una alternativa legal que pudiera coexistir los dos actores, tanto el peatón como el conductor”, señaló.
Por otra parte, el experto en seguridad vial se refirió a la situación de las motos en la vía pública. “No se previó que, para obtener el permiso de circulación de la moto, la fase teórica tiene que tener una duración no menor a 40 horas (…) si nosotros no concientizamos antes de que el individuo se suba a la moto, es complejo”, expresó.
Borges considera que debe de existir una fiscalización mucho más dura ya que el paragolpes es su propio cuerpo. “Un muerto en el Uruguay en la edad entre los 18 y los 45 años empobrece a nuestro país, es carísima una muerte”, indicó.
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