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“Uruguay ha pasado dentro del pelotón de la devaluación las monedas en el mundo… No es ni alta ni baja. Y cuando aumenta el tipo de cambio eso se traduce en aumento de precios de productos impetrados y eso genera presión sobre la inflación”, sostuvo. No instante, dijo que eso fue “parcialmente compensado” porque los precios de algunos bienes y materias primas que importábamos “han caído”.

“En Uruguay no tenemos el lujo que eso se refleje en el precio del combustible, a pesar que el petróleo cayó un 50 o 70%. Pero al menos el Estado se beneficia por la mejora en el resultado de Ancap”, agregó.

También apuntó que las ventas de Ancap ahora han bajado un 65 o 70% respecto a hace un mes.

“En ese contexto la situación va a ser muy difícil para Ancap, a pesar que los márgenes amentaron mucho”, enfatizó. Por tanto, dijo que va a lograr un mejor resultado, pero “no va a ser abrumador y no va a solucionar muchos de los problemas de las cuentas públicas que se nos vienen”.

“MALA SUERTE” EN LA PARTIDA

Analizando las consecuencia de la pandemia del coronavirus, Tolosa manifestó que tuvo la mala suerte de partir con un déficit fiscal “muy alto y se nos generan enormes necesidades de financiamiento en un momento que los mercados de deuda se acaban de cerrar”.

Consideró que va a ser “muy difícil obtener paquetes de mitigación de la situación económica del tamaño que se requeriría, Van a tener que sr mucho más limitados”.

Estimó que se puede hacer “un paquete más ambicioso, pero por muy corto plazo. Si esto se prolonga en el tiempo, ahí empiezan las dificultades. Por eso, desde CERES hemos hecho hincapié el planificar el día después del confinamiento”.

“Uruguay no se va a poder dar el lujo de tener la economía paralizada durante un tiempo, como otros países. Va a tener que desconfinar antes. Y eso no es un drama. Ya lo han demostrado los países asiáticos, como lo hizo China y Corea del Sur… Se puede ‘desconfinar’ la economía sin propagar el virus. Pero requiere para Uruguay un cambio cultural y de actitud muy fuerte”, afirmó.

GUERRA Y CONVIVENCIA

Expresó que el desafío es tener un plan para que algunas industrias empiecen a funcionar el 13 de abril y otras en las semanas siguientes.

“Ahora hay una fase muy clara de guerra con el virus. Pero luego vamos a tener que convivir con el enemigo, Según un trabajo de científicos ingleses, el virus no se va a ir antes de un año o año y medio. Y la economía uruguaya, y muy pocas en el mundo, no se puede dar el lujo de estar un año o año medio parada. Tenemos que buscar la fórmula para poder normalizar la economía conviviendo con ese virus, y sin propagarlo”, señaló.