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Elso aseguró que, en las comunicaciones mantenidas con Villar en los días previos a su muerte, éste no dejó entrever intenciones de autoeliminarse. “Yo lo noté bien. La familia fue el domingo y lo notó bien”, dijo la defensora, aunque ya habían hablado de que el traslado a Libertad dificultaría saber a ciencia cierta cómo estaba.

La abogada entiende que el establecimiento de Las Rosas tiene condiciones para garantizar la seguridad de los reclusos, pero las autoridades carcelarias lo trasladaron a Libertad porque consideraron que allá estaría más seguro. Elso lamentó ese hecho, porque a su juicio Las Rosas tuvo un avance edilicio y también un avance “muy importante” en el tratamiento sicológico de los internos.

“Los sicólogos nos avisan a los defensores sobre el estado del recluso y en conjunto logramos darles más seguridad, informarles sobre su causa y darles tranquilidad. Pero en Libertad nunca se sabe, es un mundo para hablar con el recluso, cuando hablas no sabes si el recluso te dice la verdad o no porque está con un policía al lado”, comentó. Por eso se mostró a favor de que los reclusos estén alojados al alcance de sus defensores. “Cuanto más cerca los tengamos podemos tener una inmediación y reclamar por su seguridad”, acotó.

Según Elso, el recluso no recibió apremios físicos durante su estadía en Las Rosas ni le había dado muestras de atravesar una situación insostenible como para quitarse la vida.

La defensora dijo que le “llama la atención” que Villar se haya ahorcado en su celda, presuntamente, mientras su compañero dormía la siesta: “él estaba más preocupado por los hijos que por él. Por eso me llama la atención este desenlace”. Tampoco la familia vislumbró nada de esto, aunque Elso confirmó que en una conversación con su hermano Villar aseguró que era inocente.

“En este momento hay que tener calma. Este episodio, como toda muerte que se produce en un establecimiento carcelario, donde las personas están en custodia del Estado, se debe investigar por la Justicia para saber qué fue realmente lo que pasó. Esperemos que la investigación de la Justicia aclare las dudas”, dijo.

FALLAS DEL PROCEDIMIENTO POLICIAL

La abogada adelantó que en estos días se reunirá con sus colegas defensores de oficio para analizar cómo se procesó el caso en la etapa de investigación. Su intención es reunirse luego con el jefe departamental de Policía, Juan Daniel Balbis, para manifestarle su molestia con algunos hechos puntuales y con otros “extremos” que se repiten y que, en su opinión, pueden arruinar toda una investigación.

Elso enfatizó que la relación de Villar con sus hijos “chicos” era “muy estrecha”, al punto que esto fue utilizado por los policías que interrogaron al hombre cuando aún era sospechoso del crimen. “Los niños estaban bajo tratamiento sicológico, porque la última vez que vieron al padre fue en un episodio en que fueron llevados a la Policía”, manifestó la abogada.

Dejó claro que los chicos fueron utilizados para inducir las declaraciones de Villar y no dudó en calificar ese hecho como ilegal. Este episodio, en que los niños fueron vistos de forma intermitente por el detenido en medio del interrogatorio, está incluido en el recurso de nulidad que hace unos días Elso presentó ante la Justicia por irregularidades en el procedimiento policial.

Afirmó que el detenido fue interrogado en sede policial, sin su presencia, después de haber estado declarando durante toda una jornada en el juzgado. “A las dos de la mañana siguieron interrogándolo en sede policial y a la mañana se lo interrogaba, se lo dejaba ver a los hijos y se lo interrogaba otra vez”, relató.

“Eso no es un procedimiento. La Justicia tiene una capacidad mayor para hacer las cosas bien”, lamentó. También cuestionó que ni la defensa ni la fiscalía estuvieron presentes cuando se recogió el cuchillo utilizado por Villar en una etapa su crimen.

La defensora admitió que estos hechos generaron una fuerte discusión con el juez, en presencia del indagado, “porque las formas no fueron las debidas”.

“La confesión que, supuestamente, dijo en sede policial no tenía nada que ver con los hechos. Yo le informé que él no debía de hablar sin mi presencia. En mi presencia nunca hubieran hecho eso con sus hijos, porque obviamente no son los procedimientos legales”, enfatizó Elso.

La abogada advirtió que incidentes de este tipo durante la investigación “pueden llegar a anular un procedimiento, porque no se dan las garantías”.

“La filtración de información y la información que se da del caso pueden arruinar una investigación. Me parece que hay que manejar mejor la información, la forma de manejarse en los interrogatorios”, consideró Elso. A modo de ejemplo dijo que en el caso de Pamela Silva, la niña de 11 años asesinada en 2008, se filtró tanta información que terminó afectando la investigación.


“Todavía estamos investigando si la persona que está presa es el culpable o no. La persona primero confesó, después se retractó y todavía estamos investigando. Tenemos las dificultades naturales de que se manejó demasiada información y yo estoy convencida de que no hay pruebas para sentenciarlo. Para mí es inocente”, concluyó Elso.

Por lo expuesto, la abogada defensora consideró que hay que tener “muchísimo cuidado” durante las investigaciones. “Creo que no se está cumpliendo la ley de procedimiento policial”, comentó, y por ese motivo quiere reunirse con el jefe de Policía.

También se reunirá con los restantes defensores públicos “para garantizar la defensa y la seguridad de toda persona que va a un juzgado y que sea indagada por la policía. Cuantas más garantías tengamos más claros son los hechos; más clara y más justa puede ser la Justicia”, subrayó.

CONTINUIDAD DEL CASO YAMILA

Con el fallecimiento de Villar, el proceso judicial que estaba en curso para confirmar si este hombre era el responsable de la muerte de Yamila Rodríguez “se clausura”. La Justicia se había expedido prácticamente por la confesión de Villar y faltaba cotejar muestras tomadas a la adolescente fallecida.
“Sólo una confesión no da para dictar una condena, se tienen que corroborar ciertos puntos que coincidan con los hechos. Ese proceso no se dará porque, con respecto a Villar, se clausuran los procedimientos”, indicó la abogada. No obstante, si alguna prueba de ADN marca la participación de otra persona “es de suponer que la justicia abrirá la investigación respecto a esa otra persona”.

Elso dijo que en el proceso judicial había “unas cuantas cosas para aclarar”. Como la desaparición de la moto utilizada para trasladar el cadáver de Yamila y la reconstrucción de esos hechos, ya que sólo se había realizado la reconstrucción del asesinato.

A su juicio, existen “dudas razonables” sobre cómo Villar logró trasladar el cuerpo sin ayuda. Consideró que no hay indicios de que otra persona haya participado en el femicidio aunque Villar le había asegurado a su hermano que era inocente.