El edil Fernando Perdomo dijo que se encuentra trabajando con empresarios argentinos para la instalación de una fábrica de ticholos en la que puedan cumplir tareas personas privadas de libertad “carentes” de ocupación, según reconocieron autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).
Veinticinco detenidos y liberados podrían desempeñarse en ella generando un ingreso con la posibilidad de descontar pena.
En el caso de los liberados tendrían la condición de monotributistas para que puedan sumar conocimientos sobre cómo moverse en su reinserción a la sociedad.
El edil dijo que la fábrica estará “fuera del límite del penal” por lo que se requerirá de permisos de la justicia que demoran tres meses.
Para Perdomo de esta manera se descomprime el “ocio carcelario” permitiendo descontar pena, tener un ingreso y dormir en horas de la noche y así ajustar mejor los tiempos individuales preparándolos para cuando puedan salir.
El curul se mostró preocupado por los últimos acontecimientos, como el ocurrido el 20 del mes pasado en ese centro carcelario, vinculándolo con la falta de ocupación de los presos.